En los Tribunales Provinciales se llevó adelante la audiencia imputativa contra F.C. (33), a quien la Fiscalía le atribuye el rol de organizador dentro de una asociación ilícita de alcance provincial que tiene base en Rosario, pero con fuerte injerencia también en San Lorenzo y localidades vecinas.
La jueza de Primera Instancia Eleonora Verón resolvió dictar prisión preventiva efectiva por 121 días, en un acuerdo de partes.
La fiscal Georgina Pairola expuso que la organización criminal está encabezada por Leandro V., Lisandro C., Rodolfo M. y Pablo C., quienes desde distintas unidades penitenciarias impartían órdenes a sus subordinados para ejecutar hechos violentos y manejar negocios ilícitos en varios barrios de Rosario.
Sin embargo, la investigación señala que una de las facciones -liderada por Leandro V.- extendió sus operaciones hacia la ciudad de San Lorenzo, con el objetivo de ampliar dominio territorial y controlar actividades ilegales vinculadas al narcotráfico, la venta de armas y las apuestas clandestinas.
El rol de F.C.
Dentro de esa estructura, F.C. aparece señalado como organizador de apuestas ilegales, tanto presenciales como virtuales. Según la imputación, montaba juegos de azar clandestinos en clubes de barrio los días miércoles por la noche, en reuniones reducidas.
Además, administraba casinos online ilegales mediante intermediarias conocidas como “cajeras”. Una de ellas, identificada como O.D., actuaba como nexo directo entre el imputado y quienes se encargaban de mover el dinero en estas plataformas.
El Ministerio Público de la Acusación detalló que los recursos generados en estas apuestas eran volcados al sostenimiento de la asociación ilícita, sirviendo para financiar la compra de armas, vehículos y la manutención de los distintos miembros de la estructura.
La expansión hacia San Lorenzo
La acusación resalta que la facción de Leandro V. buscó extender su poder fuera de Rosario, y en ese plan San Lorenzo fue uno de los puntos estratégicos. Allí, la organización habría intentado establecer puntos de venta de droga, controlar zonas de influencia mediante hechos violentos y manipular recursos provenientes de extorsiones, secuestros y robos.
De acuerdo con la investigación, las órdenes se transmitían principalmente por vía telefónica desde el penal de Rawson, en Chubut, donde Leandro V. estuvo alojado, y luego desde el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza. Integrantes de confianza, entre ellos F.C., fueron los encargados de materializar las directivas, coordinando actividades ilícitas en San Lorenzo y alrededores.
Un entramado criminal complejo
La imputación describe una red con múltiples objetivos: obtener territorios para instalar búnkeres de droga, recaudar dinero de alquileres ilegales, apropiarse de autos y motos mediante hechos violentos, y realizar atentados armados contra rivales y hasta instituciones públicas. La violencia fue una herramienta central de la organización para consolidar su poder.
En el caso de San Lorenzo, la presencia de esta facción se habría traducido en amenazas, balaceras y maniobras de extorsión, aunque los investigadores señalan que parte de la operatoria se camuflaba en actividades “sociales” o en clubes de barrio, donde en realidad se montaban las apuestas clandestinas.
La decisión judicial
Con las pruebas presentadas, la jueza Verón entendió que existían elementos suficientes para dictar prisión preventiva efectiva contra F.C. por 121 días. La medida busca resguardar el avance de la investigación y evitar riesgos de entorpecimiento procesal, dado el rol jerárquico que el imputado habría tenido en la organización.
La causa sigue en curso y podría derivar en nuevas imputaciones contra otros integrantes que, según la Fiscalía, todavía cumplen funciones dentro de la estructura, incluso tras detenciones previas.