El General José de San Martín tenía 72 años cuando murió el 17 de agosto de 1850, en la casa de Boulogne-sur-Mer, Francia, donde vivió sus últimos años.
El General José de San Martín tenía 72 años cuando murió el 17 de agosto de 1850, en la casa de Boulogne-sur-Mer, Francia, donde vivió sus últimos años.
Su muerte, ocurrida al lado de su hija, de su yerno y sus nietos, enlutó a parte de la actual América Latina: fue el libertador máximo de esta parte del continente y hacedor de la independencia en tierras que entonces estaban bajo el dominio de la Corona de España.
Al frente del Ejército en las batallas de Chacabuco y Maipú logró la liberación de Chile. En Lima atacó directamente al poder español y en 1821 consiguió la independencia de Perú. Murió en Francia y su cuerpo fue repatriado recién en 1880.
Su muerte fue repentina. No hay acta de defunción ni historia clínica que constate alguna enfermedad, pero de sus propios escritos —y de los que dejaron sus allegados— el Padre de la Patria padecía gota, asma y úlcera.
El símbolo más grande
La figura del General Don José de San Martín, representa, entre otros símbolos, el coraje, el compromiso, la valentía, la libertad e independencia alcanzada por regiones de Latinoamérica antes dominadas política y económicamente por España y otros países colonialistas como Portugal e Inglaterra.
Es una de las figuras más destacadas de entre las que emergieron en la época de los movimientos y batallas independentistas.
El repaso por su vida, sus metas, convicciones e ideales resultan hoy fundamentales para apreciar de manera completa y compleja a este personaje histórico.
La ciudad de San Lorenzo guarda el recuerdo del paso del General San Martín y su Regimiento de Granaderos a Caballo, por haber realizado el único combate en suelo argentino, el 3 de febrero de 1813, bautismo de fuego para sus tropas e inicio de la campaña que emanciparía a medio continente.