La periodista Flavia Campeis, fue seleccionada para participar del evento, por segundo año consecutivo.
La periodista Flavia Campeis, fue seleccionada para participar del evento, por segundo año consecutivo.
El “Premio y Festival Gabriel García Márquez de Periodismo” se realizó en Medellín, Colombia, con numerosas actividades de prestigio internacional.
La quinta edición del Festival en homenaje al Premio Nobel de Literatura colombiano, organizado por la fundación que él mismo creó hace más de veinte años (FNPI), contó con tres días de programación, 40 horas de actividades, en 10 escenarios de la ciudad, entre ellos, cinco universidades y con el centro en el maravilloso Jardín Botánico.
El público colmó todos los espacios y se vio claramente el aumento de participantes, las visitas del año anterior.
Es un Festival para compartir experiencias, para participar de las actividades de gran calidad con reconocidos profesionales, pero también para encontrarse en los pasillos y espacio de relax, con personalidades que van desde el hermano de “Gabo”, Jaime García Márquez, hasta cronistas reconocidos y premiados internacionalmente como Martín Caparrós (Argentina) o Alberto Salcedo Ramos (Colombia), entre tantos otros que uno se cruza, dialoga, entrevista y aprende.
En una selección de entre más de 2500 personas, Flavia Campeis fue elegida para participar de dos talleres, con 60 personas cada uno, con maestros como María Hinojosa, reconocida radialista de la Radio Pública de Estados Unidos, o Luz Melly Reyes del medio digital Efecto Cocuyo de Venezuela.
Fueron más de 90 los invitados de 20 países que participaron en el desarrollo de una programación centrada en temáticas asociadas a la innovación, la literatura, la ciencia, la desinformación, la libertad de expresión, la medicina y la migración, recorriendo las “obsesiones” de Gabo y las temáticas que desvelaron al autor de “Cien Años de Soledad”.
Premio
En el segundo día del evento se realizó la ceremonia de premiación, en cuatro categorías, con una gran cena en el espacio conocido como “Orquideorama”, en el corazón del Jardín Botánico de Medellín.
El Premio es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.
Los trabajos ganadores fueron: Categoría Texto: Historia de un paria (Cuba); Cobertura: El mapa de la muerte (Colombia); Innovación: El hábito de la mordaza (Honduras); y categoría Imagen: Buscadores en un país de desaparecidos (México).
Además, recibió el Reconocimiento a la Excelencia Periodística Jorge Ramos, periodista de Univisión y se hizo el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano ejemplar, Fernando Ramírez, del diario La Patria de Manizales.
Más de 90 invitados, entre ellos dos ganadores del Premio Pulitzer (Rodrigo Abd y Javier Bauluz), tres premiados documentalistas (Marcela Zamora, Tatiana Huezo y Miguel Coyula) y seis ganadores del María Moors Cabot (Jorge Ramos, Mónica González, Martín Caparrós, Rodrigo Abd, María Teresa Ronderos y Carlos Fernando Chamorro), participaron de las charlas y talleres en que pudieron disfrutar los asistentes comprendidos en las siguientes secciones: Premio Gabo, La cocina del periodismo, Obsesiones de Gabo, Periodismo de tú a tú y Muestras, que incluyeron el fotoperiodismo, el documental y la música.
Uno de los momentos más emocionantes se vivió cuando Mara La Madrid, psicoanalista y escritora argentina, habló de memoria junto a la escritora colombiana Patricia Nieto y la directora del centro Memoria de Colombia. Allí, La Madrid, presentó la nueva edición del libro que escribiera con su esposo, el argentino Juan Gelman, “Ni el flaco perdón de Dios”, donde hace un recorrido por las historias de desaparecidos contada por HIJOS”.
Durante su conferencia, La Madrid dijo: “en Argentina tenemos un nuevo desaparecido, Santiago Madonado, y muchos responsabilizamos a Macri y Bullrich, porque lo desapareció Gendarmería Nacional”.
Por su parte, Jaime Abello Banfi, director general y cofundador de la FNPI junto a García Márquez, expresó sobre el evento: “es una verdadera comunidad de aprendizaje, un espacio de fiesta ciudadana y de diálogos desde el periodismo con los temas más acuciantes, con la cultura y con la tecnología. Con la dosis adecuada de equilibrio entre rigor, pasión y cheveridad, ofrecemos en Medellín un programa de tres días con 90 invitados internacionales, compuesto por charlas, muestras, talleres, conciertos y mucho más, todo ello de forma gratuita, abierta a los públicos de la ciudad, a personas que vienen de toda Colombia y de muchos países de América Latina, y además todo ello trasmitido por Facebook Live y YouTube, de manera que puede ser recuperado como material pedagógico”, aseguró.
El folclore y Gabo
Cuando a Gabriel García Márquez le preguntaron quién era la mujer que hizo su espectáculo en la ceremonia donde recibió el premio Nobel en Estocolmo, él dijo: “ella son mis libros”. Ella es “Totó La Momposina”, quien al cierre del Festival, dio un show gratuito, que colmó las localidades, con asistentes de todas las edades ansiosos por ver a la gran referente del folclore del Caribe colombiano entonando el tema “Soledad”, que le dedicara a su compatriota cuando ganó el Nobel.
También hizo un recorrido por sus temas emblemáticos como “el pescador” entre otros, que hicieron bailar a todos tanto abajo del escenario como ella arriba, dando cátedra de baile, con sus 77 jóvenes años.
Medellín
El Festival tiene como objetivo colateral mostrar Medellín al mundo. Como lo expresó el alcalde local durante la premiación: “Medellín no es Netflix”, refiriéndose a la versión de la ciudad que se da en la serie “Narcos”. Y es así, uno se encuentra con otra realidad, una ciudad ejemplar, única por su transformación en materia de accesibilidad, de inclusión social y lucha contra la violencia y el narcotráfico. De una ciudad estigmatizada y tomada por los narcos, con Pablo Escobar a la cabeza en los años 80, a una ciudad accesible y segura, con medios de transporte como tranvía, metro, metro cable (especie de aerosilla cerrada que sube a los barrios más populares ubicados en lo alto de las montañas). Todo a un costo muy bajo y destacándose la limpieza y el cuidado que los propios ciudadanos le brindan a los espacios públicos, bajo lo que se conoce como Cultura Metro.
También se encuentran plazas con juegos y aparatos deportivos tan coloridos como limpios, en medio de barrios populares, donde los niños disfrutan de los espacios públicos. Y hasta la comuna que supo ser la más afectada por el narcotráfico y la violencia, hoy luce a juventud, a colores, a alegría, con grafitis en todas sus paredes.
Es la comuna 13, la que tiene su circuito turístico para ver los dibujos que jóvenes del barrio hicieron sobre las temáticas que los preocupan, todo, accediendo mediante escaleras mecánicas, dado lo alto y empinado de las laderas donde están las viviendas.
El Premio al mejor periodismo de Iberoamérica (América Latina y España) y la ciudad que lo aloja, demuestran, parafraseando los dichos de Gabo al cierre de su discurso por el Premio Nobel: “que las estirpes condenadas a Cien Años de Soledad sí tienen una segunda oportunidad sobre la tierra”.