Imagen ilustrativa de las pastillas encontradas en la vivienda de Dádamo y Ruñisky, utilizadas para provocar interrupción de embarazos
Declaró Dádamo, esposo de la mujer señalada como presunta autora del aborto que habría terminado con la vida de Paula Perassi.
Otro de los testigos aportados por la defensa de los acusados, que declaró en la jornada de este jueves en el Centro de Justicia Penal de Rosario, fue el camionero José María Dádamo, esposo de Mirta Ruñisky, la vecina de Timbúes a quien se acusa de haber practicado el aborto que habría causado la muerte de la joven desaparecida.
La estrategia de los defensores giró en torno a justificar la presencia de pastillas marca “Oxaprost” que fueron halladas en un allanamiento efectuado en el domicilio del matrimonio y que se utilizan usualmente durante la práctica de abortos.
Dádamo declaró que a ese fármaco lo utilizaba él para calmar dolores en una de sus rodillas.
“Sufrí un ACV en 2004, tengo arritmia, problemas en las rodillas y gastritis”, aseguró el testigo quien agregó: “para las piernas tomo Diclofenac y Oxaprost”.
Además de las pastillas, durante el mismo allanamiento, los investigadores encontraron jeringas y agujas. Sobre estos elementos, Dádamo dijo que también él los utiliza para inyectarse Decadrón en caso de ser picado por abejas, a cuyo veneno es alérgico.
“Esa inyección me la pongo yo solo porque Mirta no se anima ni a apretarme la panza ni a ponérmela porque tiene miedo”, para demostrar que su esposa teme a las agujas.
Consultado por el defensor, el testigo hizo referencia a las penurias que debe enfrentarse desde que su esposa está detenida, especialmente porque tienen hijos discapacitados.
Dádamo declaró que “como a todos, no me alcanza el sueldo, por las cosas de los chicos y las cosas que hay que llevarle a Mirta a la cárcel” y agregó: “mi vida es un desastre, con todo esto me agregué el doble de trabajo, pido siempre más trabajo por la situación económica. Es un desastre la familia, al faltar Mirta para atender a los chicos, se descompaginó todo”, aseguró.
Titubeos ante la pregunta de la querella
Ante las preguntas realizadas por los abogados de la familia Perassi a Dádamo sobre si en 2014 él consumía Oxaprost, el testigo contestó que sí. Inmediatamente se le consultó si sabía que consumir pastillas vencidas podía ser perjudicial para la salud, a lo que también respondió afirmativamente. Fue entonces cuando le mostraron que las pastillas encontradas tenían vencimiento en 2012.
También le preguntaron si conocía la existencia de la misma medicación pero de marcas más económicas que Oxaprost, y el hombre manifestó que no y que tampoco sabía cuánto costaban esas pastillas, (que en el mercado tienen un costo de 5 mil pesos) También, aclaró que ya no las toma, sino que consume analgésicos tradicionales.
Flavia Campeis